jueves, 6 de noviembre de 2008

Primera Tesis sobre Novísima!

Por fin ha aparecido una tesis que reconoce en la academia la trayectoria de los poetas novísimos y ha sido escrita nada menos que por Felipe Ruiz, su servidor. La tesis se realizó con el fin de obtener el título de periodista de la Universidad de Chile y fue informada por los profesores Hans Stange, Carlos Ossa y Ximena Poo, pronto publicaré en internet esta obra y espero sus comentarios.

lunes, 3 de noviembre de 2008

La pregunta por el amor en nuestra época

Preguntarse por la vida es un gasto inútil y vacío: es simplemente que llegamos y estamos. Pero la pregunta por la vida, con toda su innecesariedad, no se le compara la rotundez, a la evidencia de la muerte. Ella sobre todo es la que repite el rito milenario de la obsecuencia de aquello que llamamos vida. Por eso mismo no se le puede llamar a ambas polos, o mucho menos, bien y mal: ellas obedecen a un mismo camino y posiblemente la resolución final de su lucha conduzca a un mismo destino.

Por eso, una pregunta que no carece de interés debería obviar la evidencia de esta pareja y mejor salvar el amor del marasmo de la incomprensión. No sabemos, por más que creamos, qué es el amor. No tenemos ni la más mínima certeza de entender qué es y sin embargo algunos se matan por él y otros viven una vida entera creyendo sentirlo. Lo cierto es que el amor parece ser más poderoso que nuestra misma vida, más poderoso que nuestra comprensión de él.

Cuando creemos no encontrar su sentido luego de una ruptura amorosa entendemos que el verdadero amor no tiene mucho que ver con nuestra idea de felicidad moderna. Que por mucho que creamos amar a una mujer o un hombre la fuerza del amor nos envía de vuelta a un mundo que creímos no existía. Porque la pregunta por el amor, no así la de la vida, tiene una capacidad ilimitada de ampliarnos nuestra sensibilidad respecto a qué entendemos por dolor y tristeza, casi como si estuviese diciéndonos que es imposible una comprensión del amor que no contenga a su vez la tristeza vasta del dolor acaecido.

Lo que posiblemente no entendieron los filósofos es que una comprensión del amor es imposible sin una experiencia vital ordinaria, desligada de cualquier conceptualización. Heidegger habló del ser y del poeta, pero no del amor: para hablar así, del amor, hubiese tenido que olvidar el concepto e ingresar en la región de la creación pura. Pese a ello, su acercamiento a la poesía refleja el talante de un encuentro con la pregunta por el amor, en una disciplina prejuiciosa de los sentimientos.

Pocos artes son los que pueden adentrarse en esa pregunta con la misma profundidad que la poesía. El mundo contemporáneo confunden las lenguas y la palabra se vacía de sentido. Se encuentra oculta, en su más sincero origen, por una maraña de significaciones vacías y estímulos para el merchandising. Por tal motivo, se ha vuelto el arte más voluble al sentimentalismo sensiblero y meloso. Pero cuando logra alcanzar la sinceridad de la pregunta, la poesía es capaz de purificar la palabra y volver los sentidos originarios y originantes al sentimiento humano.

A veces sólo bastan un par de versos para revivir la profundidad de la pregunta por el amor. Incluso, a veces dos palabras de un poeta para palpitar el amor por los ríos, por la magia del desierto: allí comprobamos la verdadera magnitud de nuestra grandeza.