lunes, 22 de diciembre de 2008

Fosa Común en enero

Ya está confirmada la publicación de mi tercer libro, Fosa Común, para fines de enero del 2009. Es el tercero, pero en realidad, como creación, lleva algunos años circulando el manuscrito por algunas manos reservadas. El sello que publicará es Ripio ediciones. Ojalá les guste!

jueves, 18 de diciembre de 2008

Una Tosca Belleza:
Patria, de Ángel Valdebenito

Por Felipe Ruiz

en Letras.s5.com


La poesía de Ángel Valdebenito parece cruzar un amplio registro de voces. Desde que su promisorio y prometedor Papeles de la villa hostil cayera a mis manos, una noche fría en la ciudad de Temuco, me pregunté si acaso es posible una revitalización de la poesía urbana desde una nueva ternura no citadina. Eso fue hace buenos años atrás, y desde entonces algo ha pasado: su poesía ha profundizado más en aquella ternura, y quizás como ninguna, ha ahondado en un cobijo tibio, un regazo monumental donde decantar la agonía y lo lesivo del mundo que nos rodea. El resultado es Patria, un volumen de poemas que es por mucho una de las obras más potentes de la actual poesía chilena. Pero catalogar a Valdebenito de poeta joven sería un error y hasta una ofensa, porque esta obra es redonda y de todas maneras madura y acabada. Muchos de los que hasta hace un par de años entraban en la categoría de poetas jóvenes hoy deberían ser estudiados en universidades, reseñados e invitados a eventos ya como poetas maduros. El brote de Valdebenito cumplió su ciclo de iniciación poética y hoy por hoy ya muestra signos de vitalidad en una esfera distinta: la gran poesía chilena, misma que alberga a nombres como Hahn, Zurita o Maquieira. No se trata de un recambio generacional ni mucho menos. Simplemente, me parece que Patria es un volumen que denota experiencia y sapiencia, y ambas convergen en una justeza, y en una voz en desarrollo pero consumada en sus pilares.

Vamos a la obra misma. Estructurada en tres partes, Patria constituye un conjunto de poemas antes que una obra articulada en niveles. Eso no quita que ella posea cierta secuencia argumental y que los poemas se distribuyan inteligentemente de acuerdo a un orden que ofrece al lector un recorrido. Sin embargo, parece como si Valdebenito quisiera evitar las totalidades y se desliza más bien hacia el poema singular, y desde allí que su trabajo recuerde a un hermano de andanzas (y de taller): Higiene, de Ernesto González. Existe una cercanía en estas obras que denota un avance común en pos de revocar la idea de único camino o destino presente en algunas obras de otros autores de corte más experimental. El trabajo de Patria va por el camino del poema tradicional, sin grandes riesgos tipográficos ni cortes acrobáticos, pero a cambio ofrece un ritmo novedoso – sobre todo en su sección Inventario de especies -, que a veces llega incluso a sonar sentencioso, apodíctico:

Abatido es un pájaro de colores grotescos, cuyo canto no cumple función alguna en su entendimiento con el medio externo o el resto de su especie. Canta por desprecio a sí mismo y eso le complace. Baila mientras los demás lo hacen, mas no es su baile, su momento ni su ritmo.

Así se escucha el poema Abatido, primero de este Inventario de especies. De los tres, este es el capitulo que más poderosamente ha llamado mi atención: su tono, prosaico y visceral, acompañado de un tratamiento temático que recuerda cierta poesía de Ennio Moltedo, lo convierten en el más interesante de este libro que de por sí ya está colmado de cosas interesantes. Si se escuchan bien, la temática de las especies es lo menos anecdótico de los versos. La “animalidad” del ánima humana puede ser el trasfondo descarnado que nos viene a mostrar una esencia no humana en lo humano y una humanidad esencial en el animal. Un poco de Henri Rousseau nos rememoran estos poemas, sobre todo en su lienzo magistral “los alegres bromistas”, donde descuella toda esa inquietante composición humanizada de los animales. Abatido bien puede ser la metáfora de la condición humana en las urbes trabajólicas e hiperestésicas, pero es también un retrato de la “especie”, como si la condición de tal superara incluso el “humanismo” ridículo de la metafísica moderna.

De esta forma el humanismo aquí resulta revocado y por tanto Patria se emparenta con una obra de resistencia. Sin ser experimental, es una obra lúdica y de gran vuelo lírico, demasiado necesaria para enarbolar una tosca, una necesaria convencional resistencia, lejos de los ruiditos performáticos y chic que tanto pegan en algunos circuitos locales e internacionales.

jueves, 4 de diciembre de 2008

¿En qué se está convirtiendo chile?

Se aprobó proyecto que sanciona el maltrato verbal a Carabineros
Hoy a las 2:31
La iniciativa comprende sanciones que van desde el pago de una multa de 6 UTM hasta los 60 días de cárcel.

Miércoles 3 de Diciembre de 2008
13:22
El Mercurio Online
SANTIAGO.- Por 44 votos a favor, 30 en contra y 9 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que sanciona el maltrato de palabra a Carabineros, incluso cuando no se produzcan lesiones.

El proyecto modifica el Código Penal para disponer una sanción monetaria y de cárcel para quienes ofendan con palabras a los efectivos policiales, mientras éstos realizan sus funciones.

El texto indica que quienes "empleen fuerza o intimidación contra un integrante de las fuerzas de orden y seguridad pública, que se encuentre en el ejercicio de sus funciones, o los terceros que impidan o intenten impedir por medios materiales el ejercicio de las funciones propias de dichos funcionarios, en ambos casos sin ocasionar lesiones, serán castigados con la pena de prisión en cualquiera de sus grados (1 a 60 días) y una multa de seis a diez UTM ($223 mil a $373.160).

La moción fue ingresada el 10 de julio pasado por los diputados María Angélica Cristi, Ramón Barros, Eugenio Bauer, Alberto Cardemil, Sergio Correa, Renán Fuentealba, Jorge Ulloa, Gonzalo Uriarte y Alfonso Vargas.

Tras la aprobación de la Cámara, la iniciativa fue enviada al Senado, a cumplir su segundo trámite constitucional.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Primera Tesis sobre Novísima!

Por fin ha aparecido una tesis que reconoce en la academia la trayectoria de los poetas novísimos y ha sido escrita nada menos que por Felipe Ruiz, su servidor. La tesis se realizó con el fin de obtener el título de periodista de la Universidad de Chile y fue informada por los profesores Hans Stange, Carlos Ossa y Ximena Poo, pronto publicaré en internet esta obra y espero sus comentarios.

lunes, 3 de noviembre de 2008

La pregunta por el amor en nuestra época

Preguntarse por la vida es un gasto inútil y vacío: es simplemente que llegamos y estamos. Pero la pregunta por la vida, con toda su innecesariedad, no se le compara la rotundez, a la evidencia de la muerte. Ella sobre todo es la que repite el rito milenario de la obsecuencia de aquello que llamamos vida. Por eso mismo no se le puede llamar a ambas polos, o mucho menos, bien y mal: ellas obedecen a un mismo camino y posiblemente la resolución final de su lucha conduzca a un mismo destino.

Por eso, una pregunta que no carece de interés debería obviar la evidencia de esta pareja y mejor salvar el amor del marasmo de la incomprensión. No sabemos, por más que creamos, qué es el amor. No tenemos ni la más mínima certeza de entender qué es y sin embargo algunos se matan por él y otros viven una vida entera creyendo sentirlo. Lo cierto es que el amor parece ser más poderoso que nuestra misma vida, más poderoso que nuestra comprensión de él.

Cuando creemos no encontrar su sentido luego de una ruptura amorosa entendemos que el verdadero amor no tiene mucho que ver con nuestra idea de felicidad moderna. Que por mucho que creamos amar a una mujer o un hombre la fuerza del amor nos envía de vuelta a un mundo que creímos no existía. Porque la pregunta por el amor, no así la de la vida, tiene una capacidad ilimitada de ampliarnos nuestra sensibilidad respecto a qué entendemos por dolor y tristeza, casi como si estuviese diciéndonos que es imposible una comprensión del amor que no contenga a su vez la tristeza vasta del dolor acaecido.

Lo que posiblemente no entendieron los filósofos es que una comprensión del amor es imposible sin una experiencia vital ordinaria, desligada de cualquier conceptualización. Heidegger habló del ser y del poeta, pero no del amor: para hablar así, del amor, hubiese tenido que olvidar el concepto e ingresar en la región de la creación pura. Pese a ello, su acercamiento a la poesía refleja el talante de un encuentro con la pregunta por el amor, en una disciplina prejuiciosa de los sentimientos.

Pocos artes son los que pueden adentrarse en esa pregunta con la misma profundidad que la poesía. El mundo contemporáneo confunden las lenguas y la palabra se vacía de sentido. Se encuentra oculta, en su más sincero origen, por una maraña de significaciones vacías y estímulos para el merchandising. Por tal motivo, se ha vuelto el arte más voluble al sentimentalismo sensiblero y meloso. Pero cuando logra alcanzar la sinceridad de la pregunta, la poesía es capaz de purificar la palabra y volver los sentidos originarios y originantes al sentimiento humano.

A veces sólo bastan un par de versos para revivir la profundidad de la pregunta por el amor. Incluso, a veces dos palabras de un poeta para palpitar el amor por los ríos, por la magia del desierto: allí comprobamos la verdadera magnitud de nuestra grandeza.

martes, 28 de octubre de 2008

Flujo y Proclama (Continuación del artículo anterior)

Podríamos indicar que el gran "problema" que acarrea la puesta en marcha del proyecto novísimo bajo tales influencias es la excesiva marca teórica que impregna sus entradas e interpretaciones. Pero más allá de aquello, hay que admitir que la regularidad con esas entradas se manifiestan en las obras de los poetas son mejor resueltas que el literaturismo de los auotores cercanos al lihnismo.

De todas formas, hay que matizar: el problema no se suscita tanto en manifestar un interés teórico como en hacer de la teoría el centro de la actitivad creadora. Es cierto que en entregas recientes esta marca se ha ido perdiendo, pero en su macimiento y gestación se ha transformado en paradigma.

Es por eso que es necesario vencer el teoricismo en pos de palpar nuevamente la esencia poética del movimiento. Vencer el teoricismo significa, retornar a las fuentes originales del verso como mito y canto, pero sin restringirse a lo nuevo cuando lo nuevo muestre un refinamiento más que un rasgo de rabia original. A mi entender, este proceso de retorno de la poesìa a las matrices originales manifiesta el vínculo con la patria griega sin olvidar el quiebre en el que opera, sin olvidar que estamos atravesados por huinchas de histeria y control social mercantilizado.

Se nos acusa vanamente de desesperados y otros, los más ilusos, hacen rankings con los poetas que SÍ serían llamados a cumplir no sé qué misión. Lo cierto es que siendo realistas los poetas se encuentran absolutamente fuera de los sistemas de trabajo y mercado (a muy pocos le dan trabajo por el hecho de ser poeta), por lo que constreñir universos paralelos de fama oportunista me parece francamente ridículo. Pero no es sólo ridículo sino preocupante, pues termina asfixiando a aquellos que sí intentan levantar un proyecto poético que sea una lucha contra el sistema más que un refuerzo exterior de este, por medio de la instalación de un mercado alternativo.

Sostengo que la consigna el arte por el arte no sirve de nada ya. El arte es la lucha originaria. Mantenerla no es un acto de resistencia, es un acto de sabotaje. ¿Sabotaje contra el mercado? ¿Contra qué mercado? Pues contra el mercado supuestamente "alternativo", contra la caricatura de "artista" que ha levantado el arte moderno, y la imagen de "estrella" que suscita. El requerimiento fundamental del poeta es alto pues es su opción lo que va a determinar si quiere seguir reproduciendo un sistema de mártires y triunfadores y proclame la libertad llevada a cabo en el futuro de su comunidad. La poesìa es el arte de los humildes.

lunes, 27 de octubre de 2008

¿Cuáles son las filiaciones literarias de la novísima?

En su blog, Héctor Hernández ha hecho un pequeño raconto de la procedencia histórica del concepto novísima. Me interesa aquí poder aportar a esa genealogía con un análisis de la parentela litearia del grupo de autores que conforman esta suerte de enclave.

Si bien es cierto que la poesía chilena reciente posee un origen variado, muy empezado este siglo Hernández hablaba ya de la poesía joven - cuando aún no se le llamaba, para algunos, novísima -, del neobarroso y el barroco. Se pensó en su momento que la poesía esgrimida por el propio Hernández, por Alexis Donoso, por Ignacio Briones, por mí mismo, era heredera de la "corriente de sentido" del barroco y tenía sus fuentes en la obra de Sarduy. Se podría decir que el precio a pagar por ese sitio era muy alto, pues en obras de Donoso o Briones también confluye con fuerza la corriente huidobriana y pos huidobriana del surrealismo agónico, en que podríamos indicar a autores como Humberdo Diaz casanueva a Rosamel del Valle.

Con todo, el epiteto de barroco sirvió para vincular a los jóvenes poetas en una tradición litearia que le hiciera frente al lihnismo de los autores de los noventa y a su fuerte arraigambre en la poesía inglesa. Hay que recordar que obras como Calas, de Germán Carrasco y otras de noventeros tardíos como la de Enrique Winter, tienen un fuerte componente de citas y hacen su episteme, si se le podría llamar con esa palabra proveniente de la filosofía, en la poesía inglesa. De tal modo, resituar la obra de los poetas del 2000 en lo barroco parece un golpe que tiene por objetivo desvincular la poesía desde la tradición anclada en un continente distinto al americano. Esta operación no es menor cuando ahora se puede llamar a esta red de poetas, con razón, red de poetas "latinoamericanos". Lo barroco es, en efecto, una interrogación por lo latinoamericano, y es, por tanto, una integración de lo nacional a una red de sentido americanista.

En tanto estilo, lo barroco en los novísimos se sitúa con relación a una fuerza que tiende a la escritura de flujos, al tejido textual disparado y muchas veces anti lírico, pero que conserva un fuerte componente épico y una orientación hacia lo social. De tal modo, el barroquismo puede ser un temprano y bien puesto calificativo para las primeras obras de Hernández, Donoso o Briones, ya que es en efecto la influencia más directa que opera en sus obras.

Pero qué corto nos quedaríamos si solo nos conformaramos con una apreciación de este calibre. Lo barroco por definición opera en un nivel de simulación del sentido y trastoca el suelo firme en que las verdades afirman su sitio en el texto: ¿pero acaso, en los textos de Donoso, no están operando un nivel de afirmaciòn radicalmente opuesto a esa tesis? ¿No son los textos de A1000 o la Vida Muerta, por oposición al barroco, obras que desarrollas un sentido de autovalidación completamente aferrados a una positividad? A mi modo de ver, el asunto es determinar qué tipo de barroco es este cuyo sentido de autoridad y cuya seguridad está trasada de cabo a cabo en las obras de los autores novísimos. Se podría señalar que esa impronta la heredan del C.A.D.A y que en cierta medida está asegurada por un lazo de continuidad entre la escena de avanzada y la obra novísima.

Pero demasiado arrogante sería manifestar ese lazo de continuidad como algo que excede la simple influencia. La figura que intenta levantar una continuidad política y de cuño social queda reducida a añicos cuando vemos que, en lo exclusivamente literario, esta opción sirve cuando mucho para oponerse al lihnismo de la poesía emergente en los 90. Incluso más, se podría afirmar, el retorno de los novísimos a los 80 no opera como una opción de vida, sino como resultado de unas operaciones estrictamente artísticas, que convellan ciertas praxis vitales, sí, pero que no terminan por concretarse en matrices vitales.

Es por eso mismo que las obras de Zurita y Eltit - especialmente Anteparaíso y Lumpérica -, son guías artísticas para los novísimos, pues le añaden a la impronta americanista del barroco un componente de discurso político, o para ser más exactos, de proclama, que termina por convertirse en lo más propio de lo novísimo: Flujo y Proclama.

jueves, 23 de octubre de 2008

Este poema no es defenza de nada, es simple arte de resistencia

Siútico Pizarnik
(No llores por mi Argentina)

Felipe Ruiz



Siútico Pizarnik guarda en tu pastillero todas las mandas de esta manada y dile que se lleve al asilo a los fumigados rostros de la retaguardia

Es que no se vería bien el cielo cordillerano embetunado con la sangre de estos y tú deberías perdonarme por ser tan directo pero esto de que debí ser yo en mi desesperación por copiarlo todo de VIH no sería probo

Siútico Pizarnik tenlos en tu demencia y tu depre a estos partuseros y diles que no todo está perdido

Y es que sería uno de esos viajes al otro mundo lo que les volaría la vianda de los ojos para que mirasen bien el cielo transcordillerano

Con tu cahuineo que en tvgrama salió en portada la pelea en lima, con este cetro que habría echado a los poetas de Rechinante, río en nombre de este cetro que me dio semejante poder de flaiterio

Y es que estaría yo demente de pervertir hilachas apenas dibujando las x en le corazón del Pacífico si como se oyese esa vianda le pondría otro cielo

Y de los cuatro o cien poetas jóvenes no me queda ninguno en el desespero del siútico Pizarnik que se mata volándose la sien por el hoyo

viernes, 10 de octubre de 2008

Poemas de Arquero

Amigos como este blog trata sobre mi libro Arquero pero nunca llegó a sus ojos ningún poema de él, incluyo ahora una rápida selección para su degustación, un abrazo.

TIRANTES EN LA NOCHE

Y tirando con su norte en la cola se puso todo de comisión el cielo
y vistos así parecían estrellas azules en el Olimpo

Pero era el cielo de Valparaíso el que los recibía

Y con todos sus mundos de celofán se hicieron oír los estruendosos
vientos en su hondear y eran banderas las que ninguneaban las
atadas muertes de los perros que ladrando se perdían

Porque si eran esos los bastidores que miró en su vuelo cuando el
azul se hunde en las olas y queda sumergido la comisión demencial
de estas ñeclas





LA MALA SED

Como si supiese qué rival le tienen en su mirada la noche se hizo
lunar y el sol dibujo en esa estela un brío magnánimo

En los torrentes de Valparaíso se escuchó venir el porvenir en el
megáfono de un payaso pero no quedó tiempo antes de volver a
mirar el rostro petrificado de la luna

Si yo pudiese ir sería elegante pero no hay por qué





LUDO

Un paisaje irreconocible cruzaba su mirada como si sus papeles
llenos de antecedentes arrojados al mar le dijesen que los bancos no
lo esperan

Y en ese baile le dijeran que los mimos disfrazados de historietas le
reciben el desocupado esplendor de Casa Blanca como una latitud
horizontal del paraíso de Chile





PAVA

Porque lo vieron escucharse esas matrices del mar mostraron sus
paños al aire girando sobre el estancado puerto

Y si lo vieron muerto al razante mariposa quién lo haría ver esas
guirnaldas alzadas en lo alto como pavas sin cola en el día de la
Patria

Y si lo vieran alzado raspando se iría con ellos

Pero sólo un bello instante antes de la pura muerte que los viene a
levantar de su mal rato





Y COMO BATIDOS EN LA HILACHA LES CAE LA PAVADA
ENCIMA

Se hicieron agua esos lechones

No pudieron dar de beber esas tarjetas de uno
más uno

Y me batieron con las piernas abiertas para ver la paja que me
corría con la pava al vuelo elevándose en lo alto de esos
lechones

Como si no fuese a nombrar esos días de lo que es hoy se coló
la voz de que el himeneo se corría aletargado en su tetera

MATE



COMO TERREMOTOS EN LAS CEJAS SE HIZO PAR ESA
MAÑANA

Como dos cejas y no una se hizo par esa
mañana

Para que olvidase sin perdón
Con esa mirada en lo portuario de la pena se
hizo crepúsculo el dolor

Con todita la pena del alma

Para que llenase de misterio el día de "muerde la torta" se hizo
par esa mañana y no fue blanca la ruina de sus cejas cuando
entrando en esa misma vela le elevara un nudo ese hilo sano a
ese curado

martes, 30 de septiembre de 2008

El proyecto se pospone, pero seguimos trabajando

Amigos la idea de una editorial de crítca se ha pospuesto por ahora, debido al clima de agitacíón y la vorágine de eventos que nos parecen harían caer este proyecto en un terreno indispuesto. No obstante, seguiremos con la idea adelante y por ahora espero mantengan su confianza en nuestro equipo editorial.

lunes, 25 de agosto de 2008

Felipe Ruiz, poeta Sub 30 edita “Arquero”

“El concepto de poeta joven ha llegado a su fin”

El manicomio puede ser el trabajo, el gimnasio o un mall afirma este joven poeta que removía el cieno del pantano estancado en la poesía lola de comienzos de esta década y fines de la anterior como una pulga en el poemario. Tras conocer la locura desde dentro y sin llave de salida, hoy edita “Arquero”, su tercera obra.

Un sábado, Felipe Ruiz se paraba ante la intelectualidad de izquierda junto a su amigo y poeta mapuche "El Llancao" y recitaba en las fauces del cuiquerío snob: “Qué se creen cuicos culpaos/Por qué lo miran así/Que si acaso ellos se han leído algo más de Neruda que no hayan tocado los Jaivas?”. Aplaudido por gente de lentes marco grueso que sólo ven películas en Cinemax y leen la contraportada de los libros, esos versos que Ruiz garrapateaba desde el subterráneo de la casa más grande del barrio Maruri tienen hoy el valor del coa infiltrado en la academia.

En la semana asistía como lector invitado a un liceo de Cerro Navía donde festinaba en prosa sobre la prolífica camada de hijos que parían las alumnas del colegio Héroes de la Concepción antes de cuarto medio. Todo entre las risas generales de las chicas y la cara de póker de la administración del colegio.

El resto del tiempo transcurría como becado en el doctorado en estética de la Universidad de Chile, jugando Mortal Kombat en los desaparecidos juegos Diana de Ahumada, en lecturas poéticas en México, dando clases en la Universidad, alucinando extraviado y desnudo por las calles de Perú o montando el encuentro poético latinoamericano gestado junto a Pablo Paredes y Hector Hernández con la plata de las fotocopias. Un mitín llamado “Poquita Fé” que ya va por su tercera sesión. Hoy su tercer poemario lleva por título “Arquero” y es un redescubrimiento del padre, del hijo y del espíritu impuro que lo obliga a escribir.

Mientras firma su ejemplar de Arquero, editado por Fuga recuerda lo que han sido estos últimos tres años de creación. “Arquero es un libro que me demoré poco en escribir, pero que me llevó tres años confeccionar, es decir, dar con un lenguaje. Mi sueño siempre fue darle una vuelta a la anti poesía parriana. Creo haberlo conseguido con mi libro y me importa un bledo si no es tan popular como Poemas y antipoemas, cuento con la venia de los dioses”.

Volando sobre el nido del cuco

Ruiz se dio algunas vueltas por el infierno entre obra y obra. Presa de la locura, curas de sueño y pastillas de colores. Su gracia es ser un poeta maldito clínicamente comprobado. “Mi crisis psiquiátrica puede pasar simplemente como un archivo médico, pero para mí tiene un ribete espiritual muy profundo. Honestamente me siento tranquilo y después de este libro lo que venga será en esa dirección, pues “Arquero” es el resultado de múltiples procesos y tiene por supuesto que ver con mis dos estadías en el psiquiátrico. Allí, en ese paso, pude evidenciar mi propia fortaleza y a la vez vivenciar gran parte de lo que yo considero es la nobleza del poema: que el amor persiste incluso en la locura”

-¿Y que piensas de ese lugar común que reúne a la locura y el genio de los malditos?

-Posiblemente es Artaud el que ha llevado la dicotomía entre genio y locura a su máximo esplendor. Pero incluso cuando la genialidad ha llegado a apaciguar la demencia, persiste en algunos casos dentro de los que me incluyo -, una comunicación con zonas riesgosas del alma para los que la ciencia aún no haya respuesta. Conversando una vez con un poeta amigo llegamos a la conclusión de que buena parte de la producción de mi generación era una poesía esquizofrénica, literatura para enfermos. Comparto ese planteamiento todavía.

-¿Esa poesía esquizofrénica es parte del paseo por el purgatorio?

-Creo que cuando tú tocas el fondo, cuando el dolor se manifiesta ya no simplemente a modo de una aflicción puntal y localizada, sino como una energía que traspasa y rodea todo tu ser estás a un paso de profundizar en el misterio de la vida. No en la forma burda en que se ha querido ver ese misterio, como algo bello e ideal, sino con todas sus sombras, con toda la tristeza de ver que tu vida en parte está al borde de un fracaso precisamente porque ese misterio es anterior a tus propias ambiciones y anhelos. Pasar por un hospital psiquiátrico puede ser desolador, pero en mi caso la experiencia más desoladora es la previa indigencia del alma frente al mundo tal y como te lo plantean.

Cuando recuerda ese esos episodios de su vida, reflexiona en torno al rol del manicomio moderno y cómo para algunos ese tipo de indigencia es una suerte de “feliz resignación” en que se admite como manicomio el lugar de trabajo, un mall o el gimnasio. Le preguntamos quiénes cree que son hoy los autores jóvenes inéditos que deberíamos buscar en Facebook y su respuesta es la más pesimista. “A mi parecer no existen hoy en día nuevos valores literarios posteriores al surgimiento de la generación 2000 o novísima. Los poetas inéditos por los que tú preguntas son en realidad bastante mediocres y no se percibe en ellos el aplomo que caracterizó a un Héctor Hernández Montecinos o un Pablo Paredes. Existen excepciones, como Rodrigo Arroyo, pero el resto de la camada más joven ostenta una mediocridad que me hace pensar que el concepto de poeta joven ha llegado a su fin”.

La venia de los dioses

En términos poéticos, "Arquero" es un giro a su anterior obra "Cobijo" que asimila el lenguaje coloquial de un modo más franco, pero también menos narrativo, con visos de una épica curiosa y a la vez grandiosa. En palabras de Raúl Zurita, Premio Nacional de Literatura la obra de Ruiz es notable:

"Felipe Ruiz es uno de los más notables poetas surgidos en Chile hoy. Como se vio en su libro "Cobijo", su escritura profundamente innovadora, corrosiva, arriegada, hace emerger la contracara pesadillesca de un sueño político social incumplido. Este rasgo, que es un poco lo que tiene en común su extraordinaria generación, me refiero a Héctor Hernández Montecinos, Paula Ilabaca, Diego Ramírez Gajardo y Pablo Paredes, esta presente en su obra de un modo inconfundible que se ubica en las fronteras de lo que hoy se está escribiendo. Junto a los nombrados y a unos pocos de sus inmediatamente mayores, Rubio, Carrasco, Silva, Bello, Felipe Ruiz ocupa un rol protagónico en la más formidable renovación de la poesía chilena de los últimos 20 años".


ver artículo original y comentarios ACA

jueves, 21 de agosto de 2008

PRONTO... SE VIENE


Como una forma de diversificar la oferta editorial y además para concretar un viejo anhelo de muchos, nace la editorial La fiera azul, un proyecto conjunto que tiene como principal objetivo dar a conocer textos sobre crítica y pensamiento.

El proyecto cuenta con un equipo editorial en formación y las postulaciones para dejar material aún no está abierta, pero se viene.... crítica y polémica latinoamericana a su gusto.

lunes, 18 de agosto de 2008

La lectura Puerto Capital continúa con el trabajo de integración Santiago - Quinta Región que se ha venido realizando sin intención directa desde hace un tiempo. Lo entrete de todo es que ahora leemos varios santiaguinos de distintas "escuelas" juntos: Moncada, Paredes, González Barnert y yo amenizaremos la tarde del 19 de agosto, en la Casa Rosada.

viernes, 15 de agosto de 2008

Arquero


De Felipe Ruiz

Por Ernesto González Barnert

Arquero (Editorial Fuga, 2008), es el tercer poemario de Felipe Ruiz. Tras los excelentes Cobijo y Fosa Común. Un acelerado, profundo y alucinado tercer libro que ciertamente es otro paso adelante en su trabajo poético. Y donde nos propuso más que un libro de poemas, un libro de vida. Un “coro” en tránsito de una zona de mucho desgarro y dolor hacia otra zona de mucho desgarro y dolor. Con la salvedad de que ahora ese dolor es proseguido por la esperanza. Sin duda, un poemario de venganza contra el pesimismo y contra los pesimistas. Un trabajo en que se propuso un giro épico al poema coloquial, descolocándolo, transformándolo en algo heroico y a su vez descoyuntado. Las temáticas son absolutamente cotidianas y las imágenes también, pero el trasfondo es turgente. Por otra parte, el autor, complejiza su propia lectura o escritura de vida al respirarla con talante zuritiano o al envolver su temática cotidiana con esa lúdica agudeza maquieirista. Y claro, situando su poética en Valparaíso. Tres pilares que sostienen su entramado complejo entre destino y pueblo como territorio y épica, como épica de un territorio. Obviamente me inquieta esta dependencia formal a la hora de sentir la presencia de una nueva vanguardia o épica novísima. Pero más allá de todo, Pablo Paredes no equivoca al decir que Arquero de Felipe Ruiz (Coronel, 1979) reclama dignidad en una compleja operación. Y se instala en la resistencia donde logra con hilos de semen reflectante encumbrarse sobre Valparaíso y declararla capital de otra posibilidad de Chile.


TIRANTES EN LA NOCHE

Y se hicieron amarras los carretes cuando el viento izó esos
cometas y el todo a babor descorrió esos emblemas

Y como luces de bengala se hicieron caso esos rotos arrecifes por
toda la punción de los niños empujándonos

Por toda la pavada en sus sedes se hizo uno el grito de esas
culebras enrolladas al cuello de los razantes mariposas:

lunes, 7 de julio de 2008

LA FANTÁSTICA FRAGILIDAD DE UNA ÉPICA

Sobre "Arquero" de Felipe Ruiz.

Por Pablo Paredes M.

Para decir corazón Felipe dice Volantín, no por temor, sino por un afán político de querer ver al amor elevándose con hilo curado. En este libro, volantines degeneran en pavas y ñeclas como uno degenera en padre y en hijo. No sé bien si en este texto la perversión es convertir a Valparaíso en Jerusalén o viceversa. Felipe Ruiz engaña acá al poner al mar y al cielo como una misma sustancia contra la tierra. Arquero reclama dignidad en una compleja operación, digo esto, pues siempre me pareció que reclamar dignidad era un acto con tendencia a lo indigno, sin embargo, acá, en estas páginas de un amigo roto, y probablemente por la fantástica fragilidad de la épica, la paradoja se evita, o digamos mejor, se supera. Cuando la épica es frágil no se niega así misma sino que se pinta de otro color. Los volantines constantes de Arquero se constituyen de distintos tamaños y materiales, no obstante, permanecen cuadrados, volando o si se prefiere cayéndose al mar. Cito: Y prendieron el curado para hacer arder la pava que / consumió el nylon volando aterrizándolos a todos en sus / fiestas. Estos son los derribados por Ruiz, estos son sus interpelados, sus afectados, pero no sus violentados, pues una ternura huracanada parece perdonarlos como si el autor se estuviese viendo, de alguna forma, en esos muchachos de nylon. Cito: Y no tenía por qué estarse en su quietud cuando / aterrizados se hirieron por verse todos turgentes y / muriendo. Es esta pena, este diagnóstico, este cuadro trágico, el que, de una forma muy distinta a Cobijo, posibilita que todos aparezcan como madres e hijos, padres e hijas en el País hundido de este libro. Cito: Porque de tanto amarizar esos volantines se hicieron agua / y ya no surgieron desde su propia cetácea amurallada. Aquí el diagnóstico opina y convoca, obliga a reclamar un futuro con volantines de venganza rajando, desde abajo, la nata del agua. Arquero hace con agua los que otros, menos sensibles, sólo hacen con fuego. El Cielo de los volantines de Ruiz es un cielo echado sobre Valparaíso, no tanto como un zapato sobre una araña sino más bien como una perra sobre una camada que sabe no será aplastada, sin embrago, Felipe, también sabe, quizás desde su primer libro, que toda maternidad es una humillación y como diría el argentino Martín Rodríguez, que todo feto es una cruz de agua. En Arquero el Volantín Chileno actúa en oposición al Volantín Chino como Valparaíso actúa en oposición a Santiago. Digo oposición, pero bien podría decidir litigio. El poemario cierra explicitando lo que abre y desarrolla el libro, no por redundar sino por insistir en la idea de que un país necesita de bandera. Es cierto, el país tiene el blanco de la cordillera, el azul del cielo y el rojo de la sangre araucana, sin embargo, no tiene la bandera. Es por eso que la poesía debe construir esa bandera o, a estas alturas de la historia, arrebatarla. Hay militancia en Arquero, una militancia profunda, desprendida de la operación POP = PUEBLO. Aquí se busca arrebatar palabras y melodías, ingenua e imbécilmente, cedidas al Enemigo, ese es un movimiento que celebro y agradezco. Arquero se instala en la Resistencia, se afirma de la casillas, realiza pequeñas performance al interior de sus poemas. Tal es su habitar en la Resistencia que finalmente logra, con hilos de semen reflectante, encumbrarse sobre Valparaíso y declararla capital de otra posibilidad de Chile. Finalmente, diré del texto de Ruiz que me ha quedado claro que El Mercurio Miente siempre, menos cuando ha sido convertido en una ñecla cayéndose al Océano Pacífico.